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Los Mitos entorno al Bullying

  • Foto del escritor: Silvana Giachero
    Silvana Giachero
  • 8 sept 2024
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 3 nov 2024

Los mitos del bullying son creencias erróneas que circulan y contribuyen a la normalización de esta problemática social. A pesar de su proliferación, es fundamental desmentirlos para impulsar cambios significativos en la prevención y combate de la violencia psicológica. Entre ellos se encuentran:



  • "Es un conflicto": Se considera que el bullying es un conflicto entre iguales, lo que sugiere que la mediación es la solución adecuada. Sin embargo, el bullying implica un desequilibrio de poder y una intencionalidad de hacer daño, lo que lo diferencia de un conflicto ordinario.


  • "Son cosas de chicos": Se cree que el bullying es un problema entre niños y, por lo tanto, debe ser resuelto por ellos mismos. Esta noción ignora el daño psicológico que puede causar y la responsabilidad de los adultos en la prevención y solución del problema.


  • "Deben hacerse fuertes": Se piensa que enfrentar el acoso fortalecerá a la víctima, pero en realidad puede causar trastornos mentales graves y duraderos, como el Trastorno de Estrés Postraumático.


  • "Tiene baja autoestima": Se asume que las víctimas tienen baja autoestima, lo cual puede ser una consecuencia del acoso pero no necesariamente la causa.


  • "Debe tener problemas en su casa": Se argumenta que los agresores pueden sufrir violencia en el hogar, lo cual no justifica ni excusa su comportamiento, dado que si es realmente asi y le justificamos a la vez estamos haciendo lo mismo con la violencia de la que es victima en su hogar.


  • "Bullying sólo es cuando te pegan": Se limita el concepto de bullying a la violencia física, ignorando la amplia gama de comportamientos de acoso psicológico que pueden causar un grave daño a la víctima.


  • "No son normales": Se estigmatiza a las víctimas como personas "raras" o diferentes, lo que refuerza la victimización y la falta de empatía.


  • "También sucede fuera de la institución educativa": Aunque el acoso puede continuar fuera de la escuela, como en el hogar o en las redes sociales, siempre se origina y desarrolla en el entorno escolar. Esto implica que incluso el acoso en línea debe ser abordado por las autoridades escolares, ya que está conectado al bullying y puede tener un impacto significativo en la víctima dentro del contexto escolar.


  • "Los buenos y los malos": Existe la creencia errónea de que los agresores son estudiantes problemáticos, mientras que las víctimas son estudiantes ejemplares. Sin embargo, esto no es cierto en todos los casos. El bullying no discrimina según el rendimiento académico o el comportamiento; más bien, se centra en la percepción de amenaza que una persona puede representar para el acosador, ya sea por envidia, celos u otros motivos. Esta noción estereotipada puede llevar a la falta de credibilidad cuando una víctima denuncia el acoso por parte de un estudiante popular o con buena reputación.


  • "Es un fenómeno que sucede en las clases bajas": Se cree que el bullying es más común en entornos socioeconómicos bajos, cuando en realidad ocurre en todos los niveles sociales, aunque con diferentes manifestaciones.


  • "Tenés que aprender a defenderte": Se culpa a la víctima por no poder defenderse, lo que puede exacerbar la situación y poner en peligro su seguridad, ya que cuando hay una dinámica de Bullying ya hay un desequilibro de poder , lo que implica que son mas de uno contra la victima.


  • "Lo está inventando": Se desestima la experiencia de la víctima y se la acusa de fingir o exagerar el acoso, lo que puede contribuir a la victimización secundaria y al síndrome de negación.


  • "No les hagas caso": Este mito sugiere que la víctima debería ignorar al acosador para que este se aburra y cese el acoso. Sin embargo, una vez que comienza el acoso, ignorarlo no detendrá el comportamiento y puede empeorar la situación para la víctima. La responsabilidad de abordar el acoso recae en los adultos, especialmente en los directores de las instituciones educativas, ya que la inacción puede llevar a consecuencias graves para la víctima.


  • "Tu victimario lo es mientras tú se lo permitas": Este mito culpa a la víctima por permitir el acoso y sugiere que puede detenerlo si lo desea. Sin embargo, el acosador elige a su víctima, y la víctima no tiene control sobre este proceso ni puede detenerlo. Es crucial que los adultos intervengan para detener el acoso y apoyar a la víctima.


  • "Sucede en las edades tempranas": Contrario a la creencia común, el acoso no se limita a niños y jóvenes, sino que puede ocurrir a cualquier edad, especialmente en entornos educativos. Se ha documentado acoso entre adultos en contextos educativos, lo que subraya la importancia de abordar el problema en todos los niveles educativos.


Algunas de las principales consecuencias que produce creer en los mitos, sin tener una base científica que avale su existencia:


  • Favorecen la banalización

  • Permiten la invisibilidad de las situaciones

  • Protegen y dan impunidad a los hostigadores

  • Ayudan a que se produzca la satanización de la víctima

  • Promueven el síndrome de negación

  • Dan lugar a que se hagan “pactos de silencio”, evitando que la verdad se conozca.

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